La adolescencia es una época complicada por todos los cambios físicos, emocionales y hormonales.
De modo que cuando se padecen complicaciones de salud crónicas en esta etapa, suele ser muy importante hacer un acompañamiento emocional y reforzar la motivación del adolescente para que se apegue a su terapia, que en este caso es la dieta sin gluten.
Mientras más rápido se diagnostique a un niño, más sencillo será en la adolescencia soportar los retos que implica un régimen alimenticio libre de gluten. Además, implicará una adaptación más segura y completa para todos los miembros de la familia, quienes se mostrarán más cooperadores con el niño o adolescente.
Síntomas de celiaquía en la adolescencia
Uno de las complicaciones más frecuentes es que a esta edad, algunos síntomas pueden enmascararse por la acción de la transformación endocrina y metabólica que acompaña a esta etapa.
Claro, eso no representa un problema si ya existe un diagnóstico confirmado, pero si apenas estás sospechando de que eres celíaco o quieres saber si tu hijo es celíaco, puede ser más difícil en la adolescencia.
En cualquier caso, un adolescente celíaco podría presentar:
- Dolor abdominal.
- Hinchazón abdominal.
- Diarreas repetitivas.
- Estreñimiento o episodios de diarrea/estreñimiento.
- Talla por debajo del percentil para su edad.
- Retraso del desarrollo en niñas (primera menstruación).
- Malabsorción de nutrientes, evidenciada por anemia ferropénica.
- Picazón en la piel sin razón aparente.
- Dermatitis atópica.
Los niños y adolescentes con diabetes mellitus tipo 1 (DM1) tienen un alto riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca (EC) debido a las características genéticas comunes de ambas afecciones.
De ningún modo puedes considerar los síntomas anteriores como demostración definitiva de que tu, o tu hijo adolescente tienen celiaquía.
Para tener un diagnóstico concreto, es necesario hacer pruebas. Lee más sobre el diagnóstico de la celiaquía.